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Esta es la historia de cómo Dios llamó y me preparó para el ministerio ...
 
En esta guía de estudio, Penn aborda el tema de cómo saber si has sido llamado y qué hacer en caso afirmativo. Además de ir a la escuela bíblica o al seminario, él te muestra cosas prácticas que puedes hacer ahora mismo para cultivar tu llamado.
 
Él utiliza su propio testimonio de cómo le llamó Dios, lo confirmó a lo largo del camino y le guió por un proceso que le trajo al ministerio en el que se mueve hoy.
 
Se toma el tiempo para establecer el concepto de que todo lo que Dios hace es mediante cooperación: Él tiene Su parte y nosotros la nuestra. Si llegamos a confundirlas, no entraremos en lo que Dios tiene para nosotros.
 
Estos puntos nos dan un base bíblica para la premisa de que aunque sintamos que hemos sido llamados, Dios quiere establecerlo de forma que sea obvio para los demás. Siempre establece lo que ha dicho o está diciendo. Esto debería estar libre de manipulación o gestión.
 
Hay un orden en la ordenación. Primero, ocurre en nuestros corazones. Después, el Señor utiliza a otros hombres que pueden percibir nuestro llamado y preparación para colocarnos en un lugar de ministerio. En una sección titulada "Caminando con los Zapatos Colocados en los Pies Equivocados", Penn habla de la frustración de algunos que son llamados pero terminan ejerciendo un ministerio que Dios no tenía en mente para ellos.
 
Estos apuntes tratan con el delicado asunto de la presunción, en la que algunas personas se ordenan a sí mismas en el ministerio en vez de esperar a que Dios los invite a la mesa.
 
Hay una extensa sección de preguntas y respuestas que ayuda a aclarar esta peculiar perspectiva y que derrama aún más luz sobre el asunto.