Encontrando Renovación Espiritual Mediante el Descanso y el Retiro
 
Cuando permitimos que Jesús sea nuestro pastor, según el Salmo 23, una de las primeras cosas que lleva a cabo es hacer que nos acostemos, guiándonos a verdes pastos cerca de aguas de reposo para ayudarnos a restaurar nuestra alma. Hace que nos sintamos seguros en Su provisión y cuidado personales. Hay un verdadero descanso interno que surge cuando estamos bien con Dios, por lo que Él nos dirige también allí. Entonces, Él calma nuestros temores con la certeza de Su cercanía. Nos da descanso de nuestros enemigos, el descanso nos permite comer cómodamente en presencia de ellos. También unge nuestras cabezas con aceite que, en mi opinión, tiene que ver con suavizar las pequeñas cosas que nos irritan y cada fuente de distracción que tan a menudo nos roba nuestro descanso. Todo esto es el verdadero cuidado pastoral. La pregunta que deberíamos hacernos tras leer este salmo es, “¿Permito que el Señor me pastoree de esta forma?”.
 
Pocos conceptos han traído tanta vida a mi vida como la idea de tomarme un día de reposo, cosa que descubrí durante mi primer año como pastor. Hasta el día de hoy, estoy agradecido al Señor del día de reposo que me llevó a esta revelación. No creo que la hubiera encontrado de ninguna otra forma, en parte porque no había encontrado este concepto en ninguno de los libros que estaba leyendo en aquel entonces ni tampoco conocido a ningún pastor que lo estuviera practicando. Por supuesto, algunos pastores se tomaban algunos días según su necesidad, y otros practicaban el día de reposo de manera legalista, pero pasaría mucho tiempo antes de encontrarme con alguien que verdaderamente guardase el día de reposo de manera sana y equilibrada.
 
Esta guía de estudio fue escrita con la intención de inspirarnos a todos a apartarnos para buscar al Señor para que Él pueda pastorearnos de nuevo. Una vez que encontramos al Señor, podemos gestionar más eficazmente el estrés que tan fácilmente nos asedia. Aprender a pararnos para descansar y reflexionar es la forma principal en la que Dios, como nuestro Pastor, restaura nuestras almas. Confío que esta guía de estudio te cambie.